miércoles, 27 de octubre de 2010

Arte Renacimiento


Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos, XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas.

El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.

El nombre «renacimiento» se utilizó porque éste retomaba los elementos de la cultura clásica. El término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por cierto antropocentrismo.

El historiador y artista Giorgio Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista.

De hecho, el Renacimiento rompió, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que calificó como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el calificativo de gótico. Con la misma conciencia, el movimiento renacentista se opuso al arte contemporáneo del norte de Europa.

Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significó una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional».

Sobre el significado del concepto de Renacimiento y sobre su cronología se ha discutido muchísimo; generalmente, con el término «humanismo» se indica el proceso innovador, inspirado en la Antigüedad clásica y en la consolidación de la importancia del hombre en la organización de las realidades histórica y natural que se aplicó en los siglos XV y XVI.

El Renacimiento no fue un fenómeno unitario desde los puntos de vista cronológico y geográfico. Su ámbito se limitó a la cultura europea y a los territorios americanos recién descubiertos, a los que las novedades renacentistas llegaron tardíamente. Su desarrollo coincidió con el inicio de la Edad Moderna, marcada por la consolidación de los Estados europeos, los viajes transoceánicos que pusieron en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo, el ascenso de la burguesía y la afirmación del capitalismo. Sin embargo, muchos de estos fenómenos rebasan por su magnitud y mayor extensión en el tiempo el ámbito renacentista.

Arte Cretence


En la arquitectura cretense hay una serie de características que se van a dar en toda construcción:

Arquitectura arquitrabada, que termina en terrazas. Probablemente sí conocían la doble vertiente pero no era necesaria por el clima de la zona.

Los muros estaban realizados con mampostería y piedra, como refuerzo, que se va a enlucir, permitiendo la realización de pinturas en el interior.

El suelo podía ser de dos maneras: a base de tierra batida o con losas de piedra.
Los soportes fundamentales son el pilar y, sobre todo, la columna, que será muy característica: normalmente de madera policromada, aunque también podía ser de otros materiales, pero no piedra. El fuste era o liso o estriado, pero en todo caso la parte inferior era menos ancha que la superior. Podía tener basa o no. El capitel estaba formado por dos partes: una montura convexa y grande y un dado aplastado, por lo que se le considera antecedente del capitel dórico, aunque mucho más vasto.
La techumbre adintelada estaba formada por vigas de madera decoradas de manera que formarán frisos. Esto también será imitado por los griegos.
Se han conservado ciudades, algunas se han podido excavar, pero lo interesante de ellas es su carácter abierto, sin murallas ni torreones. Una de las más importantes es Gurnia, en Creta, o Akrotiri que se encuentra muy bien conservada, con edificios levantados con pinturas. Las casas no eran demasiado complicadas, generalmente de dos pisos. En las más ricas se han encontrado pinturas. Se han hallado maquetas de casas en santuarios como ofrendas que nos permiten saber cómo eran. Las más importantes fueron las villas campestres que se han encontrado, pues pertenecían a los más poderosos.

No hay templos, aunque sí santuarios, lugares sagrados de carácter abierto en colinas o montañas. También había grutas sagradas y oratorios, estos últimos encontrados en los palacios, de carácter privado. En estos oratorios se han encontrado estatuillas y lo que parece que eran altares.

La arquitectura funeraria es muy interesante. Hay múltiples tipos de enterramiento, aunque ninguno muy complicado

Arte Asturiano


El arte asturiano o prerrománico asturiano es un estilo artístico englobado dentro del prerrománico y que se localiza en la Península Ibérica adyacente al Mar Cantábrico, libre de la ocupación musulmana al final del siglo VIII (después de la derrota de Guadalete y posterior invasión sarracena y hasta comienzos del X en que es absorbido por el arte románico venido de Francia).

Aunque sucesor del estilo visigodo, no puede decirse que el asturiano sea heredero legítimo suyo, pues no conserva sino accidentalmente alguno de sus elementos principales como es el arco en herradura y si bien al principio debió ser una imitación paupérrima del mencionado arte, muy pronto se manifiesta con nuevos y originales elementos acaso importados de Oriente o de Lombardía que singularmente lo realzan y lo denuncian como precursor del románico.
Las características que identifican al arte asturiano son:

el deseo de rememorar las glorias del reino visigodo de Toledo, del que se consideraban herederos.
la íntima relación con el poder regio (se ha denominado también arte de la monarquía asturiana).
predominio de la arquitectura, fundamentalmente abovedada, sobre las demás artes. Dentro de la arquitectura destacamos las siguientes notas:
el sillarejo, la mampostería y el ladrillo en los muros, reservando los sillares para las esquinas y los elementos de refuerzo.
el arco de medio punto, peraltado o no, y la bóveda de cañón, reforzada mediante arcos fajones o totalmente despejada.
el muro compuesto (arquerías ciegas en el interior y estribos o contrafuertes en el exterior).
la decoración interior con pinturas al fresco de temática diversa, habitual en el arte carolingio; baste recordar que Alfonso II el Casto (791-842) era contemporáneo de Carlomagno.
las basas decoradas, los fustes sogueados y los capiteles enriquecidos, todo ello para realzar las columnas.
en los edificios religiosos y de manera predominante, la planta basilical de tres naves (separadas por arquerías sobre pilares) y cabecera tripartita, con ábsides de trazado rectangular, siendo el central el más amplio.
en la parte superior del ábside central, una cámara del tesoro abierta al exterior por una ventana sin comunicación interna (en el visigodo lo era desde el interior), y cuya función no se ha podido precisar, aunque podría ser un mero recurso plástico para mantener la armonía de los volúmenes exteriores del templo.
sacristías laterales.
pórtico a los pies del templo.
sistema de contrarrestos o contrafuertes, ejemplo en San Miguel de Lillo.

Etapas
El prerrománico asturiano ofrece los dos tipos o formas que ya se notaron distintas en el estilo visigodo, pero que en el asturiano se precisan más todavía: el tipo latino y el tipo bizantino. Uno y otro admiten columnas y pilastras y también semicolumnas adosadas al muro y trabadas con arcos, formando así el muro compuesto y preludiando el pilar compuesto de la arquitectura románica el cual aparece ya completo en la arquitectura mozárabe del siglo X. En ambos tipos se hallan arcos de medio punto y peraltados pero no de herradura sino por excepción (salvo los ajimeces) y arcos también de descarga en los muros y contrafuertes o estribos exteriores. En uno y otro se observan cancelas o antepechos de piedra ornamentada en el ingreso del ábside llamada iconostasis, capiteles algo historiados y que se apartan de la idea clásica, ventanas ajimezadas y con ornamentación de piedra calada o celosía, pequeños rosetones, ornamentos de toscas figuras, de tallos serpenteantes, de rosetoncillos variados, de cables y trenzados y otras labores de estilo visigodo.

Según esto, dividiremos este arte en varias etapas:

Arquitectura Etrusca


Además de varias construcciones ciclópeas a ellos atribuidas, se sabe que los etruscos importaron de Oriente el arco de medio punto y la bóveda perfecta. Estos elementos arquitectónicos llegaron a los romanos precisamente a través de los etruscos. Sus construcciones emplean además la columna sobre soporte, formando el orden toscano, que tiene relación con el dórico.

En el siglo VIII a. C. las casas pasaron a ser cuadrangulares, morfología que posteriormente heredó Roma. Se hacían de madera y de adobe y más tarde de morrillos de toba. Podían tener hasta dos pisos. Las estructuras de madera de las casas más ricas de la Antigüedad se protegían de la humedad por placas de terracota pintadas de colores vivos. Inicialmente, la aristocracia vivía en casas de tres partes, a veces precedidas de un pórtico que daba a un patio; más tarde en extensas residencias (domus) construidas en torno a un patio, según el estilo griego.

[editar] Los templos

Ruinas de un templo en Volsinies (Orvieto).Dado que se construían con materiales perecederos, han llegado hasta la época moderna pocos sólo unos pocos testimonios de la arquitectura religiosa etrusca en general y de los templos en particular. Las informaciones que se tienen de ellos provienen de los textos de Vitruvio, que los clasificaba bajo un nuevo orden, el toscano. Sólo a través de documentos de la época romana, pues, puede intentar reconstruirse el modo en que se hacían.

Los templos eran grandes edificios casi cuadrados. Se alzaban sobre un basamento o podio de piedra. Estaban destinados a no verse más que de frente, único lugar por el que se accedía, a través de una escalinata, en lugar de mediante un crepidoma perimetral.
La superficie del templo se dividía en dos zonas:

El pórtico in antis con columnas; es la parte antecedente o pronao, con ocho columnas dispuestas en dos filas de cuatro.
La parte posterior, con una cella, que en algunas ocasiones se hace triple, recordando la creencia en una tríada de dioses, dedicándose cada celle a una divinidad en particular.
El frontón y el techo se adornaban con decoraciones en las terracotas pintadas. Un ejemplo de decoración es la cabeza de Gorgona en el templo de Portonaccio en Veyes, actualmente conservado en Villa Giulia (Roma). A veces se colocaba sobre la techumbre grandes estatuas de bulto redondo, también pintadas.


Caballos alados de Tarquinia, realizados en terracota (siglo IV a. C.). Decoraban la fachada del templo de Ara della Regina, en Tarquinia. Actualmente se encuentran en el «Museo Nazionale Tarquinese».A diferencia de los templos griegos y egipcios, que fueron cambiando con la evolución de la civilización que los originó, los templos etruscos permanecieron sustancialmente siempre iguales a lo largo de los siglos, quizá a causa del hecho de que en la mentalidad etrusca no eran la morada terrena de la divinidad, sino un lugar en el que reunirse para rezar a los dioses y confiar en que éstos escuchen.

Era frecuente llevar ofrendas a los templos, consistentes en general en estatuillas votivas en terracota o bronce, o bien animales para el sacrificio, como corderos o cabras.

[editar] La arquitectura funeraria (necrópolis)
Las tumbas etruscas están bien conservadas, como la Tumba de los leones rugientes, hallada en la ciudad etrusca de Veyes, al haber sido construidas en piedra. Generalmente se ubicaban en las afueras de las murallas ciudadanas, pero con orientación paralela al cardo y al decumano. Existe una clasificación de la arquitectura funeraria etrusca distinguiendo de hecho tres tipos de necrópolis o catacumbas: hipogeos, edículos y túmulos cubiertos por una falsa cúpula o bóveda, que son los más conocidos. Son famosas las de Tarquinia y Cerveteri.

Para la religión etrusca, el hombre, ser débil e insignificante en vida, en el más allá necesita un ambiente familiar en el que transcurra la vida después de la muerte, junto con sus objetos personales. Esto explica el cuidado con el que se construían las necrópolis, el hecho de que la pintura de este pueblo sea casi exclusivamente funeraria y que en las tumbas se hayan encontrado ricos ajuares, algunos de ellos provenientes de las colonias griegas del sur de Italia. Las paredes de las necrópolis se pintaban con vivos colores que contrastaban con la oscuridad, símbolo de la muerte espiritual. Así, las necrópolis etruscas son una fuente muy significativa, históricamente hablando, que permite conocer muchos aspectos de la vida cotidiana, de las creencias y de los ritos populares que hubiera sido imposible conocer analizando exclusivamente los textos escritos.

[editar] Hipogeos

Urna crematoria policromada procedente del hipogeo de los Satna, siglos II-I a. C., actualmente se encuentra en el Museo Archeologico Nazionale dell'Umbria, en Perugia.Se excavaban enteramente bajo tierra o eran conseguía ocupando cavidades naturales preexistentes, como grutas o caverna. De ellas, la más famosa es el Hipogeo de los volumnios, descubierta en el año 1840. Este tipo de catacumba estaba formado por un inclinado acceso de escalones, que llevaba directamente al atrio. Aquí había normalmente seis tumbas (o grupos de tumbas), unidos mediante estrechos corredores (en algunos casos se trataba de auténticos túneles). Se cree que la sepultura en hipogeos se reservaba a personas de cierto rango social, especialmente políticos, militares y sacerdotes.

[editar] Edículos
Se construían enteramente fuera de la tierra, pretendiendo ser templos en miniatura, pero que en la práctica eran muy parecidos a las habitaciones de los primeros asentamientos etruscos. En la simbología etrusca, era muy significativa la forma de templete: representaba el punto intermedio del viaje que el difunto debía realizar de la vida a la muerte, una especie de última etapa de la vida terrena. Entre ellos, hay que recordar el «Bronzetto dell'Offerente», la mejor conservada, que se encuentra en Populonia.

[editar] Túmulos
Deben su nombre al hecho de que, una vez ejecutada la sepultura, se cubría con una pila de tierra, con el fin de crear una especie de colina artificial. Cada una de estas tumbas se articula, como los hipogeos, en diversas cámaras sepulcrales de dimensiones proporcionales a la riqueza y notoriedad del difunto o su familia. Generalmente eran de planta circular. Entre ellas hay que recordar la Tumba de los Relieves, en el interior de la necrópolis de la Banditaccia, cerca de Cerveteri.

Arte Etrusco


El arte etrusco fue la forma de arte figurativo producido por la civilización etrusca que se desarrolló en el norte de Italia entre el siglo IX y el Siglo II a. C. El arte que se conserva es de carácterdorges funerario, relacionado tanto con la pintura (frescos) como con la escultura. Destaca en particular esta última, con sarcófagos de terracota a tamaño natural. También fueron hábiles artesanos, como los que pintaban sobre jarras de cerámica a imitación de los modelos griegos, y excelentes joyeros y metalúrgicos, destacando sus espejos de bronce grabados.

Los restos de la civilización etrusca se encuentran repartidos por las regiones italianas de la Toscana, el Lacio (donde se encuentran las necrópolis de Cerveteri y Tarquinia) y Umbría. Pueden verse sus obras en algunos de los grandes museos italianos, principalmente en la Villa Giulia (ocupada desde 1889 por el Museo Nazionale Etrusco) y el Museo Gregoriano del Vaticano, ambos en Roma; el Museo Archeologico de Florencia, el «Museo Archeologico Nazionale Etrusco della Città di Chiusi» y el «Museo Etrusco Guarnacci» en Volterra. Otros museos menores dedicados a los etruscos son el «Archeologico Etrusco» de Artimino, el «Cívico Archeologico» de Pitigliano y el Etrusco-Romano de Todi.

Arquitectura Paleocristiana


Hasta el año 315, el arte escultórico de los cristianos se centró en la excavación de las catacumbas y el reforzamiento de sus estructuras. Éstas eran cementerios romanos, excavados, en un principio, en los jardines de algunas casas de patricias cristianos, como las de Domitila y Priscila en Roma. Más tarde en el siglo V, y ante el aumento de creyentes, estos cementerios se hicieron insuficientes adquiriendo terrenos en las afueras de las urbes donde surgen los cementerios públicos, en los que se excavan sucesivos pisos formando las características catacumbas que ahora conocemos.

La primera vez que se aplicó el término catacumba es a la de San Sebastián en Roma. El cementerio o catacumba se organiza en varias partes: estrechas galerías (ambulacrum) con nichos longitudinales (loculi) en las paredes para el enterramiento de los cadáveres. En algunos enterramientos se destacaba la notabilidad de la persona enterrada, cobijando su tumba bajo un arco semicircular (arcosolium).

En el siglo IV en el cruce de las galerías o en los finales de las mismas se abrieron unos ensanchamientos (cubiculum) para la realización de algunas ceremonias litúrgicas. Las catacumbas se completaban al exterior con una edificación al aire libre, a modo de templete (cella memoriae) indicativa de un resto de reliquias que gozaban de especial veneración. Entre las catacumbas más importante, además de las ya citadas, destacan las de San Calixto en Santa María en Trastevere, Santa Constanza y Santa Inés en Sant'Agnese in Agone, todas ellas en Roma, aunque también las hubo en Nápoles, Alejandría y Asia Menor.

Después del Edicto de Milán, a partir del año 313, la basílica es la construcción eclesiástica más característica del mundo cristiano. Su origen es dudoso, pues se la considera una derivación de la basílica romana, o se la relaciona con algunos modelos de casas patricias, o, incluso, con algunas salas termales. La basílica organiza su espacio, generalmente, en tres naves longitudinales, que pueden ser cinco, separadas por columnas; la nave central es algo más alta que las laterales, sobre cuyos muros se levantan ventanas para la iluminación interior. La cubierta es plana y de madera y la cabecera tiene un ábside con bóveda de cuarto de esfera bajo la que se alberga el altar.

En las grandes basílicas, como la de San Pedro y San Juan de Letrán, en Roma, la estructura de su cabecera se completaba con una nave transversal llamada transepto. Al edificio basilical se accede a través del atrio o patio rectangular (antecedente de los claustros), con una fuente en el centro, que conducía hasta el nártex o sala transversal, situada a los pies de las naves, desde donde seguían la liturgia los catecúmenos. Las basílicas más notables, además de las citadas, son la de Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros y la de Santa Inés.

Otros edificios de carácter religioso fueron los baptisterios, edificaciones de planta poligonal, frecuentemente octogonal, que tenían en su interior una gran pila para realizar los bautismos por inmersión. El más conocido es el Baptisterio de San Juan de Letrán, en Roma, construido en tiempos de Constantino. También son de planta central algunos enterramientos que siguen la tradición romana; de planta circular con bóvedas es el Mausoleo de Santa Constanza y de planta de cruz griega es el Mausoleo de Gala Placidia en Rávena.

En el arte paleocristiano oriental se acusa la marcada tendencia a utilizar construcciones de planta de cruz griega, con los cuatro brazos iguales, como la Iglesia de San Simeón el Estilita.

La Basilica mejor conservada levantada sobre la tumba de San Apolinar (el patron de los iglesias) es el Templo de Santa Sofia.

Arquitectura Bizantina


En la Primera Edad de Oro, época de Justiniano I, siglo VI, se realizan las más grandiosas obras arquitectónicas que ponen de manifiesto los caracteres técnicos y materiales, así como el sentido constructivo que caracteriza el arte bizantino de este período.


El capitel bizantino con cimacio, es la evolución del capitel corintio, tras una fallida imitación de este.Del mundo romano y paleocristiano oriental mantuvo varios elementos tales como materiales (ladrillo y piedra para revestimientos exteriores e interiores de mosaico), arquerías de medio punto, columna clásica como soporte, etc. pero también aportaron nuevos rasgos entre los que destaca la nueva concepción dinámica de los elementos y un novedoso sentido espacial y, sobre todo, su aportación más importante, el empleo sistemático de la cubierta abovedada, especialmente la cúpula sobre pechinas, es decir, triángulos esféricos en los ángulos que facilitan el paso de la planta cuadrada a la circular de la cúpula. Estas bóvedas semiesféricas se construían mediante hiladas concéntricas de ladrillo, a modo de coronas de radio decreciente reforzadas exteriormente con mortero, y eran concebidas como una imagen simbólica del cosmos divino.

Otra aportación de gran transcendencia fue la decoración de capiteles, de los que hubo varios tipos; así, el de tipo teodosiano es una herencia romana empleado durante el siglo IV como evolución del corintio y tallado a trépano, semejando a avisperos; otra variedad fue el capitel cúbico de caras planas decorado con relieves a dos planos. En uno y otro caso era obligado la colocación sobre ellos de un cimacio o pieza troncopiramidal decorada con diversos motivos y símbolos cristianos.

En la tipología de los templos, según la planta, abundan los de planta centralizada, sin duda concordante con la importancia que se concede a la cúpula, pero no son inferiores en número las iglesias de planta basilical y las cruciformes con los tramos iguales (planta de cruz griega).

En casi todos los casos es frecuente que los templos, además del cuerpo de nave principal, posea un atrio o narthex, de origen paleocristiano, y el presbiterio precedido de iconostasio, llamada así porque sobre este cerramiento calado se colocaban los iconos pintados.

La primera obra cristiana, del primer tercio del siglo VI, es la iglesia de los Santos Sergio y Baco, en Constantinopla (527-536), edificio de planta central cuadrada con octógono en el centro cubierto medio maricoiante cúpula gallonada sobre ocho pilares y nave en su entorno. A este mismo momento de la primera mitad del siglo V, corresponde la iglesia rectangular con dos cúpulas de la Santa Paz o de Santa Irene, también en Constantinopla. Pero la obra cumbre de la arquitectura bizantina es la Iglesia de Santa Sofía, iglesia de la divina sabiduría, dedicada a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, construida por los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, entre los años 532 y 537, siguiendo las órdenes directas del emperador Justiniano I.

También fue importante la desaparecida iglesia de los Santos Apóstoles de Constantinopla, proyectada como mausoleo imperial e inspirada en la iglesia de San Juan de Éfeso, ofrecía un modelo de planta de cruz griega con cinco cúpulas ampliamente imitada en todo el mundo bizantino, por ejemplo en la famosa iglesia bizantina de San Marcos de Venecia, obra del siglo XI.

No fue Constantinopla el único foco importante en esta primera Edad de Oro de Bizancio, es menester recordar el núcleo de Rávena (capital del Imperio bizantino en Occidente desde el siglo VI hasta el siglo VIII), el exarcado occidental situado en el nordeste de la península italiana, en las riberas del mar Adriático, junto a Venecia.

Las iglesias bizantinas de Rávena presentan dos modelos: uno de clara inspiración constantinopolitana relacionada con la iglesia de los Santos Sergio y Baco, la de iglesia de San Vital en Rávena (538-547), en la que, igualmente que su modelo, es de planta octogonal con nave circundante entre los elevados pilares y con una prolongación semicircular en la cabecera, delante del ábside del presbiterio; en los pies tiene un amplio atrio con torres laterales. En esta iglesia de San Vital están ya prefigurados los rasgos más característicos de la estilística en la arquitectura medieval de Occidente, sobre todo en los que se refiere al sentido vertical de la construcción en detrimento de la horizontalidad precedente. Las otras iglesias bizantinas de Rávena tienen influencia paleocristiana por su estructura basilical con cubierta plana. Son la iglesia de San Apolinar in Classe y la iglesia de San Apolinar il Nuevo, ambas de la primera mitad del siglo V y con destacados mosaicos.

El arte bizantino es una expresión artística que se configura a partir del siglo VI, fuertemente enraizada en el mundo helenístico, como continuadora del arte paleocristiano oriental. En sus primeros momentos, Bizancio se consideró como el continuador natural, en los países del Mediterráneo oriental, del Imperio romano, siendo transmisor de formas artísticas que influyen poderosamente en la cultura occidental medieval. Los períodos del arte bizantino se ajustan, como es natural, a las grandes fases de su historia política

Arte Carolingio


El Arte Carolingio es el denominativo para el florecimiento artístico que, promovido por Carlomagno y su corte, dio nueva vida al arte de Europa Occidental que había llegado a un punto de extremo agotamiento.

Arquitectura
Los conocimientos sobre la arquitectura carolingia de la que se conservan escasos monumentos, se basan en pruebas documentales, como grabados y dibujos, y sobre todo en datos procedentes de excavaciones que han permitido reconstruir la planta de algunos edificios. Las construcciones más importantes de la época carolingia son de tipo basilical, como la Basílica de Saint-Denis, de tres naves y que fue reedificada con caracteres góticos en el siglo XII. También es importante destacar las construcciones de planta central con bóvedas de origen oriental, como la Capilla Palatina de Aquisgrán, comenzada en el 798 y consagrada en el 805, inspirada en la iglesia de san Vital de Rávena.

También de planta central es la de Germigny-des-Prés.

La gran aportación carolingia es la construcción de monasterios benedictinos como el plano del monasterio de Sankt Gallen (Abadía de San Galo|Saint Gall), que se conoce a través de un dibujo. Son importantes las abadías de Corvey y de Fulda, así como el pórtico de Lorsch.
La miniatura carolingia está representada por diversidad de escuelas:

Escuela palatina. Creada en la corte, ejemplificada en el Evangeliario de la Coronación (Viena), que según la tradición fue hallado por Otón III del Sacro Imperio Romano Germánico|Otón III a los pies del cadáver de Carlomagno, cuando se abrió su sepulcro; y Evangeliario de San Medardo de Soissons (Biblioteca nacional de Francia).
Escuela de Ada. Relacionada con la anterior, emplea abundantemente el oro y la plata. Destaca el Evangeliario de Godescalco (Godesscalc o Godescalc) que se conserva en la Bibl. Nal. de Francia.
Escuela de Tours. Gira en torno a la figura de Alcuino, pariente de Carlomagno. Se siente influencia irlandesa. Su obra más importante es la primera de las Biblias de Carlos el Calvo (Bibl. Nal. de Francia).
Escuela de Reims. Marca la evolución hacia el románic

Escultura
La escultura queda limitada a una función decorativa discreta, en capiteles clásicos donde la piedra toma protagonismo en lugar del mármol.

Quedan varias pequeñas tallas en marfil: las del "grupo de Ada", nombre de una hermana de Carlomagno, las del grupo de Liutardo (British Museum) y los de la escuela de Metz.

En el Museo del Louvre puede verse una pequeña estatua ecuestre en bronce de Carlomagno.

Entre las artes aplicadas, destaca la orfebrería, con esmaltes de influencia bizantina. Entre las piezas que se conservan de la época, cabe mencionar:

Arte Islamico


Por arte islámico se conoce el estilo artístico desarrollado en la cultura generada por la religión islámica.

El arte islámico tiene una cierta unidad estilística, debido al desplazamiento de los artistas, comerciantes, mecenas y obreros. El empleo de una escritura común en todo el mundo islámico y el desarrollo de la caligrafía refuerzan esta idea de unidad. Concedieron gran importancia a la geometría y a la decoración que podía ser de tres tipos:

Epigrafía: mediante versículos del Corán.
Lacería: mediante líneas entrelazadas formando estrellas o polígonos.
Ataurique: mediante dibujos vegetales.
En arquitectura, crearon edificios con funciones específicas tales como mezquitas y madrazas

Bajo los Omeyas, la arquitectura religiosa y civil crece con la introducción de nuevos conceptos y diseños. De este modo, el plano árabe, con patio y sala de oración hipóstila, se convierte en un plano-modelo a partir de la construcción, en el lugar más sagrado de la ciudad de Damasco - en el antiguo templo de Júpiter y en el lugar donde estuvo la Basílica de San Juan Bautista - de la Gran Mezquita de los Omeyas. El edificio fue un importante hito para que los constructores (y los historiadores del arte) situaran allí el nacimiento del plano árabe. Sin embargo, recientes trabajos de Myriam Rosen-Ayalon nos sugieren que el plano árabe nació un poco antes, con el primer proyecto que se hizo para construir la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén.[6]

La Cúpula de la Roca en Jerusalén es, sin duda, uno de los edificios más importantes de toda la arquitectura islámica, caracterizado por una fuerte influencia bizantina ( mosaicos con fondo de oro, plano centrado que recuerda el del Santo Sepulcro ), pero que ya tiene elementos puramente islámicos, como el gran friso con inscripciones religiosas del Corán.[7] Su modelo no se propagó, y el que Oleg Grabar considera como el primer monumento que fue una gran creación estética del islam,[8] quedó sin posteridad.[9]

Los Castillos del desierto en Palestina nos ofrecen mucha información sobre la arquitectura civil y militar de la época, aunque su función exacta está aún en estudio: ¿parada para las caravanas, lugares de descanso, residencias fortificadas, palacios con fines políticos que permitían la reunión entre el califa y las tribus nómadas? Los especialistas se esfuerzan por descubrirla, y parece que su uso ha variado en función del lugar donde se encuentren.[10] Anjar fue una ciudad encontrada completa y que nos informa sobre un tipo de urbanismo aún muy cercano al de la antigua Roma, con cardo y decumano, como en Ramla.[11]

Además de la arquitectura, los artesanos trabajaban la cerámica, a menudo no esmaltada
La Arquitectura adopta muchas formas diferentes en el mundo islámico, a menudo osos relación con la religión musulmana: la mezquita es una de ellas, pero la madrasa y los lugares de retiro son también edificios típicos de los países del islam adaptados a la práctica del culto.[47]

Los tipos de edificios varían mucho según los períodos y las regiones. Antes del siglo XIII, en la cuna del mundo árabe, es decir, en Egipto, en Siria, en Iraq y en Turquía, casi todas las mezquitas siguen el llamado plano árabe,[48] con un gran patio y una sala de oración hipóstila, pero que varían enormemente en su decoración e incluso en sus formas: en el Magreb las mezquitas adoptaron un plano en «T» con naves perpendiculares a la qibla, mientras que en Egipto y Siria las naves son paralelas. Irán tiene sus propias especificidades como el uso del ladrillo y la decoración en estuco y cerámica,[49] el uso de formas particulares a menudo tomadas del arte Sasánida como los Iwan ( porches de entrada abiertos por un gran arco ) y el arco persa.

Arte Mozarabe


Mozárabo (del árabe musta 'rab 'arabizado'), referido a una persona o individuo, sería el cristiano hispánico que vivió en territorio musulmán en el periodo que abarca desde la invasión árabe (711) hasta finales del siglo XI conservando su religión y una cierta autonomía eclesiástica y judicial. Inicialmente puede decirse que lo fueron todos los habitantes de la Península Ibérica, pues todos ellos quedaron sometidos al poder musulmán y todos, con excepción de las aljamas judías, profesaban la religión cristiana.

Las comunidades de mozárabes mantuvieron para la práctica de sus ritos religiosos algunos de los templos visigodos anteriores a la ocupación musulmana y raramente construyeron otros nuevos, pues, si bien existía una determinada tolerancia religiosa, estaban muy limitadas las autorizaciones para erección de nuevas iglesias. En todo caso, éstas se levantaron en el medio rural o en los suburbios urbanos, y siempre de modesta factura.

Cuando las condiciones de vida en la al-Ándalus musulmana se fueron haciendo menos soportables y, por el contrario, los reinos cristianos del norte de la península iniciaban una expansión necesitada de contingentes humanos que colonizasen las tierras conquistadas, algunos de aquellos mozárabes optaron por emigrar hacia los territorios que se les ofrecían. A su cultura hispanogoda se le fueron superponiendo elementos de la musulmana y es de suponer que aportasen a los recientes reinos cristianos elementos innovadores en todos los ámbitos. Lo que no resulta razonable es que se les atribuya toda la iniciativa artística llevada a cabo en los reinos del norte durante el siglo X.

Concluida la primera fase del proceso artístico que se engloba generalmente en el amplio concepto de «prerrománico» y que se corresponde con el arte hispano-visigodo, se inicia en España otra corriente estilística, heredera en muchos aspectos de la anterior, que se conoce como «arte asturiano» y que se identifica con las realizaciones artísticas que fueron produciéndose durante el siglo IX en los llamados «núcleos de resistencia», en concreto en los territorios que conformaron el reino de Asturias. Pero la actividad artística, en general, y arquitectónica, en especial, no se redujo a esa zona ni a ese siglo, sino que abarcó todo el norte peninsular y tuvo continuidad durante el siglo siguiente.

El desplazamiento de la frontera cristiano-musulmana a la cuenca del Duero impulsó la construcción de nuevos templos (obras en las que se concentraba toda la capacidad artística disponible) a demanda de las necesidades de repoblación. Los pujantes reinos septentrionales estaban en condiciones de abordar aquella tarea, como así lo venían haciendo, sin depender de las hipotéticas contribuciones de los incorporados mozárabes, por lo que no cabe pensar que todas las edificaciones religiosas y todas las realizaciones artísticas se debieran a estos inmigrados mayoritariamente rurales que, por otra parte, llegaban en precariedad de medios y de recursos. No parece que estuvieran en condiciones de llevar a cabo grandes logros artísticos quienes apenas habían dejado alguna muestra de ello en su lugar de procedencia

Pintura Romana

Los romanos admiraban la pintura griega tanto como la escultura, y animaban a los artistas que trabajaban para ellos a hacer copias de obras griegas especialmente famosas o populares. Los romanos tendían más que los griegos a decorar sus paredes con pinturas murales, y aunque siguen la tradición griega, muestran en sus pinturas un gran colorido y movimiento. Las pinturas, con figuras individuales, grupos o paneles enteros, se reproducían, se adaptaban, estropeaban o embellecían según el talento de los artistas y las exigencias del cliente.

Los procedimientos usados en esta pintura debieron ser el encausto, el temple y el fresco. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla, los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, frescos protegidos con una capa de cera que avivaba los colores.

Sus géneros, el decorativo de vajillas y muros y el histórico y mitológico en los cuadros murales. Y aunque los descubiertos hasta el presente ofrecen más que todo un carácter decorativo llegan a ser verdaderas composiciones pictóricas y se juzga con fundamento que hubo también otros de pintura independiente a semejanza de los actuales de tabla o de caballete. Se cultivaron con dicho carácter decorativo mural el paisaje, la caricatura, el retrato, los cuadros de costumbres, las imitaciones arquitectónicas y las combinaciones fantásticas de objetos naturales constituyendo con estas últimas el género que los artistas del Renacimiento llamaron grutesco, hallado en las antiguas Termas de Tito y que sirvió al célebre Rafael como fuente de inspiración para decorar las Logias del Vaticano. Hay que citar los retratos pintados. En el Egipto romano se descubrió una excelente colección de retratos sobre tabla, realizados para ser colocados sobre las momias. Igualmente en Pompeya, y pintados al fresco, se descubrieron magníficos retratos como los del Panadero y su esposa, o el de una muchacha, ambos en el Museo de Nápoles.

Arquitectura Romana


Los antiguos griegos no sintieron afición por esta clase de diversiones, y, sin embargo, la forma del edificio procede de la del teatro griego. En efecto, un anfiteatro no es más que la reunión de dos teatros acoplados, y existen referencias de ciertos teatros giratorios en que las escenas podían desaparecer y, juntándose, convertirse los dos edificios en un solo anfiteatro. La gradería, pues, daba la vuelta a todo su alrededor y estaba dividida en varios pisos.
El Anfiteatro Flavio, el mayor de todos los del mundo romano, tiene cuatro pisos, y el más alto estaba resguardado interiormente por una galería de columnas. Casi todo él está construido de piedra labrada; las bóvedas ya son de mortero concrecionado, y en la planta baja tiene un pórtico monumental del que arrancan las escaleras que conducen a los pisos superiores; una combinación muy hábil de estas escaleras permite la salida en pocos minutos a los cuarenta mil espectadores que podía contener el edificio. Exteriormente, el Anfiteatro Flavio reproduce el mismo tipo monumental del teatro de Marcelo, con su elegante superposición de los tres órdenes arquitectónicos: dórico el inferior, jónico el segundo y corintios los dos más altos, lo que le quita monotonía; por otra parte, los tres inferiores están abiertos con arcadas, que disminuyen la impresión de pesadez de tan enorme masa.
Frente al grandioso anfiteatro y contrastando con aquel que los romanos han acabado por llamar Colosseo, se levanta todavía un gracioso arco de triunfo, testimonio de las campañas de Tito en Asia. Se terminó seguramente en tiempos de Domiciano, y su excelente situación en lo alto de un promontorio del terreno lo hace aparecer como la verdadera entrada del antiguo Foro romano. Para conmemorar las campañas de Tito bastó un pequeño arco de líneas sencillísimas, y, sin embargo, aquel monumento se erigió para recordar uno de los hechos más importantes de la historia del mundo: la toma y destrucción profetizadas de la Jerusalén rebelde el año 70 d.C.
Exteriormente, el arco tiene poca decoración, sólo unos relieves en el friso y en las enjutas de la entrada, pero en el paso de la puerta hay otros dos relieves que son el testimonio auténtico de los resultados maravillosos que podía conseguir el arte romano en aquella época. Son dos esculturas del género que ha sido llamado relieves históricos. En uno de ellos aparece el cortejo triunfal con la cuadriga y el carro del emperador, precedido de dos figuras: una con casco, la cual sostiene la brida de los caballos, al parecer personificación de Roma, y otra de un genio semidesnudo, hoy decapitado, que debía de ser la misma representación del Senatus o del Populus romano que se encuentra ya en el friso del Ara Pacis.
En el segundo relieve está representada otra parte del cortejo triunfal: un grupo de sirvientes que llevan los utensilios del templo de Jerusalén como trofeos de guerra: la mesa para los panes de la propiciación, los vasos y trompetas del culto judaico y, por fin, el famoso candelabro de los siete brazos, tal como lo describe Josefo, con su vastago central, del cual arrancan los otros seis, que, a modo de tridente, se encorvan para llegar todos a una misma altura. Lo más interesante de estos dos relieves es la hábil combinación de las figuras de bulto entero del primer término con las dibujadas simplemente en el relieve plano del fondo; entre ambos queda una capa de aire que produce una extraordinaria ilusión de perspectiva.
Esta particularidad, que apenas se notaba en los relieves del Ara Pacis y mucho menos en el friso del Partenón, donde todas las figuras estaban en un solo plano, empieza a manifestarse en el período helenístico, pero no tiene su completo desarrollo hasta Roma, y particularmente en la época de los Flavios. La policromía que sin duda tuvieron los relieves del arco de Tito debió de contribuir no poco a este efecto de ilusionismo y perspectiva. Son obras que contradicen también la vieja teoría de la uniformidad del arte romano imperial y su falta de originalidad, reproduciendo únicamente motivos griegos. No sólo la arquitectura, con los grandes edificios de bóvedas colosales, fue original en el arte romano, sino que prosiguió también la evolución ascendente incluso en la técnica puramente artística.

Arquitectura Barroca

En la arquitectura barroca se adoptan las líneas curvas frente a las rectas ya que así consiguen un mayor efecto de dinamismo y expresividad.

Las fachadas adquieren la máxima importancia en su arquitectura ya que en ella se suelen volcar los mayores empeños decorativos mediante numerosas cornisas y columnas griegas, romanas y salomónicas. Por el predominio de los elementos decorativos sobre los constructivos, se puede decir que el estilo barroco es más una forma de decoración arquitectural que un estilo de arquitectura.
En Italia la máxima figura fue Gian Lorenzo Bernini.

Destacan:
- Las superficies onduladas
- Las plantas elípticas
- Las trabazones interrumpidas.
Todo ello acompañado de una exageración de la monumentalidad.

La última etapa de la arquitectura barroca se conoce con el nombre de Rococó.

En la arquitectura barroca española destacan autores como José de Churriguera (retablo de San Esteban de Salamanca), José de Ribera y arquitectos del s. XVIII como Hipólito Rovira, Casas Novoa y Leonardo de Figueroa

Arquitectura Gotica


El arte gótico se caracteriza por la verticalidad y la luz, que es el reflejo de la divinidad. Su expresión más típica es la catedral, edificio urbano, en la que encontramos todos los elementos del arte gótico.
En estas construcciones predominan las plantas de cruz latina en las que se distingue: la cabecera, el crucero y las naves, de tres a cinco. La cabecera tiene girola y capillas radiales y la nave central y el crucero son más anchos y altos que las laterales.
Las capillas, los ábsides y las girolas dejan de ser semicirculares para hacerse poligonales.

Los cambios constructivos más importantes se manifiestan en la bóveda de crucería y el arbotante. La bóveda de crucería, derivada de la de arista, consigue localizar sus empujes sobre cuatro puntos de arranque lo que permite cubrir todo tipo de espacios. El arbotante por su parte es una especie de puente que transmite las presiones desde el arranque de las bóvedas altas hasta los ligeros contrafuertes del exterior, permitiendo así abrir mayores vanos en la fábrica del edificio.

Utiliza también un nuevo tipo de arco ojival, apuntado. Gracias a su verticalidad, permite elevar la altura del edificio. Con estos tres elementos los arquitectos góticos revolucionan la construcción. Lograron muros diáfanos que se recubrne con vidrieras. Los rosetones son el marco privilegiado de las vidrieras de colores. Las vidrieras se organizan en tracerías. Cada vidriera posee un armazón de hierro y un emplomado. Al existir mayor espacio libre de piedra, las ventanas adquieren gran importancia y en el interior de los vanos se aprecian tracerías caladas que se rellenan con vidrieras policromadas.


Aparece el pilar fasciculado, que tiene el fuste formado por varias columnillas delgadas, también llamadas baquetones.

La portada se revaloriza. En ella se colocan las torres y las puertas. La fachada típica tiene forma de H. Está formada por dos torres cuadradas, rematadas con un elemento piramidal. Poseen tres niveles: la portada de entrada, los ventanales y el rosetón.Las puertas de acceso al templo suelen colocarse en los brazos y pies de la cruz, continuando con el abocinamiento románico solo que ahora los arcos son apuntados. Los tímpanos continúan siendo decorados pero ahora se distribuyen las figuras en zonas horizontales mientras las figuras de las arquivoltas se disponen en el sentido de la curva.

La forma apuntada de la portada suele completarse con el gablete o moldura angular que la corona. Sobre la portada encontramos el rosetón que aporta iluminación y cromatismo al interior del templo.

En el alzado de la catedral se distinguen tres partes: la arquería, el triforio y el claristorio o ventanales.

Además de las catedrales, otras construcciones que adquieren importancia son los edificios civiles. Se levantan ayuntamientos y lonjas, sin dejar de construirse castillos y fortificaciones militares.

Arquitectura Gótica en Europa

Francia es la cuna del gótico. En la fase protogótica nos encontramos edificios cistercienses como la abadía de San Denis, y Notre-Dame de París. Ya en el período clásico destacan las catedrales reales, Reims, Amiens y Chartres. Y en el período manierista destaca la Santa Capilla de París y la catedral de Rouen.

En Inglaterra el gótico presenta tres etapas: el estilo primitivo, con catedral de Canterbury, el estilo decorativo, con la catedral de York y el estilo perpendicular, con catedral de Westminster.

En Italia lo característico fue la arquitectura civil. Destacan el Ayuntamiento de Perusa, la cartuja de Pavía y el Palacio Ducal Casa del Oro en Venecia.

En España el gótico tiene dos ámbitos fundamentales, el camino de Santiago y las ciudades comerciales de la Corona de Aragón.

Se comienzan a construir las catedrales de Zamora, Salamanca, Tarragona y Lérida.

En su segunda etapa, en el siglo XII, las catedrales más importantes son las de León, Burgos y Toledo. Es la etapa del gótico pleno.

La tercera etapa, en el siglo XIV. Se acaban las catedrales de Palma de Mallorca, Santa María del Mar (Barcelona) y Gerona. Son templos más austeros, la nave central es más ancha y las laterales son más altas.


En el siglo XV aparece el gótico flamígero, que en Castilla se denomina isabelino. En Castilla aparecen dos escuelas: la de Toledo y la de Burgos. En esta época la decoración se desborda, las plantas tienden a ser cuadradas de una sola nave y los soportes más delgados. El coro se desplaza a los pies y en alto. Destacamos las Lonjas de Palma de Mallorca y Valencia.

En Portugal el gótico llega a través de España: convento de Batalha y el monasterio de Alcobaça. En los siglos XV y XVI se desarrolla el original estilo manuelino con el monasterio de Belem.

Pintura Gotica


La pintura es el arte que más radicalmente cambia en el gótico. Pierde su lugar natural, el muro.
Por eso, debido al escaso desarrollo de éste, la pintura gótica tiene su primera ubicación en las vidrieras y en las miniaturas de los códices.

La técnica más utilizada es la del temple y el óleo, que da un mayor colorido y permite un acabado más minucioso.

La primera etapa, hacia el 1200, corresponde a la pintura conocida como Gótico Lineal, ya que manifiesta una especial atracción hacia las líneas que definen los contornos. Este tipo de pintura gótica abarca todo el siglo XIII y los comienzos del XIV momento en el que se desarrolla un nuevo estilo.

El nuevo estilo que sucede al lineal es el conocido como Gótico Italiano donde las escuelas de Siena y Florencia alcanzan cotas muy altas. En esta época, los diferentes gremios compiten en la decoración de sus capillas, lo que junto al desarrollo económico hacen que se desarrolle y aumente la pintura gótica.
En este estilo desaparece la línea negra. Quieren conquistar de la técnica, el estudio del espacio, la perspectiva lineal, la coloración objetiva, la luz y la degradación de los colores.


La última etapa corresponde al Gótico Internacional, a finales del siglo XI. En este periodo las influencias italianas se funden con las francesas y flamencas, obteniendo muy buenos resultados.

Escultura Gotica


La escultura gótica está caracterizada por el interés hacia la naturaleza manifestado por los artistas.

Conserva el carácter monumental y grandioso de herencia románica pero las figuras están dotadas de mayor expresividad, abandonando la deshumanización. Las imágenes se comunican entre sí expresando sentimientos, alegría, tristeza, dolor, etc., hasta llegar al patetismo en el siglo XV. Con la escultura gótica reaparece también el retrato.

Este afán por la expresividad llevará al artista gótico a interesarse por la anécdota y lo secundario, tratando en ocasiones lo satíricoe incluso lo obsceno. En la escultura gótica se observa una progresiva liberación del marco arquitectónico y un mayor naturalismo.
Existirá una escultura monumental. También adquiere gran importancia la escultura funeraria, donde el retrato tiene un mayor realismo.

Podemos hablar de varias etapas en el desarrollo escultórico del Gótico.
Durante el período protogótico destaca el conjunto del pórtico de la Gloria, en España, atribuido al maestro Mateo y el pórtico real de Chartres. Este primer periodo es de grandes composiciones , con escasos pliegues en los ropajes.
El siguiente periodo es el clásico encontramos una tendencia a la belleza ideal, a la ingenuidad y a la sencillez. Suelen ser conjuntos narrativos que ocupan principalmente las portadas. Las figuras se hacen más alargadas y aumentan las curvas, especialmente en los ropajes.

Como última etapa, nos encontramos con el periodo flamígero, que se caracteriza por la utilización de la curva y la contracurva como elemento decorativo. Con estas técnicas se consigue dar movimiento a las figuras. La figura humana se hace más naturalista, convirtiéndose los rostros en auténticos retratos. La escultura se hace totalmente exenta y se difunde la estatuaria funeraria. En el relieve se introduce el paisaje hacia el siglo XV.

Arquitectura Romanica


La arquitectura románica es básicamente religiosa y crea un tipo de templo abovedado, bastante uniforme, de interiores oscuros que mueven al recogimiento. No se aprovechan elementos constructivos ni decorativos de monumentos anteriores y la proporción clásica desaparece por completo.

Los principales edificios fueron: Iglesias, Catedrales y Monasterios de poca altura, aunque también construyeron edificios civiles como castillos y fortalezas.

Entre sus principales características, destacamos:

- Aspecto sólido y severo.
- Los arcos de medio punto sobre las columnas son los que unen las naves.
- Las bóvedas más utilizadas son las de cañón.
- Su planta basilical o de cruz latina está dividida en un número impar de naves, normalmente en 3.


La planta preferida es la de cruz latina, con una o varias naves longitudinales que finalizan en una cabecera con ábsides.
Una nave tranversal, también llamada crucero, atraviesa las naves longitudinales mientras que si las naves laterales rodean la capilla mayor nos encontramos con la girola o deambulatorio, elemento típico de la iglesia de peregrinación cuyo objetivo es que los peregrinos contemplen las reliquias allí guardadas.
La nave central es más elevada. En ella se sitúan las ventanas que dan luminosidad al templo. Sobre las naves laterales se sitúa un segundo piso que sirve habitualmente para alojar a los peregrinos.
La nave de crucero y las laterales suelen estar rematadas con capillas, habitualmente entre los contrafuertes, elementos externos que sirven para distribuir las presiones.

El crucero suele estar cubierto con una bóveda más elevada o cimborrio. El campanario se ubica en diferentes lugares siendo el más habitual en la fachada principal.

El punto central de la iglesia es el altar que está situado en el lugar de mayor visibilidad y encuadrado por pinturas murales.
Los muros exteriores son gruesos y están reforzados por contrafuertes exteriores, con ventanas de tamaño reducido que sostienen el peso de las bóvedas. Estos muros pueden ir decorados con relieves geométricos, arquerías ciegas, bandas verticales, etc.
En la entrada una o dos torres, de planta cuadrada y y con huecos de arco de medio punto, rematan el edificio.
Si existe decoración en el exterior se concentra en el pórtico.

Pintura Romanica


La pintura románica mantiene la ausencia de la perspectiva y la actituda antinaturalista de etapas anteriores.La pintura fue muy importante en la época ya que todos los edificios debieron estar policromados. La pintura se situaba preferentemente en el interior.

El fondo es liso, por lo que la figura centra toda la atención del artista. El dibujo y los colores planos se yuxtaponen para crear intensos contrastes cromáticos.
Para delinear el contorno de la figura utilizan líneas gruesas de color negro o rojo, mientras que la forma de los rostros se consigue mediante manchas rojas redondeadas en mejillas, barba y frente.
El espacio se crea por la distribución de las figuras en el espacio. La técnica más utilizada fue la del fresco, lo que requería una cierta preparación del muro: estucado. También se pintó sobre tabla, para poner en los altares. La composición seguía las convenciones del relieve.
Al igual que la escultura, su ubicación en el templo también está esquematizada.

En la pintura románica destaca la miniatura, que está realizada por gente letrada. Su objetivo era el de decorar libros para la gente que sabía leer, por lo que no tiene la intención didáctica de las demás obras.

Entre los temas más representados en la pintura románica destacamos los que salen del último libro de la Biblia: el Apocalipsis. Esto se debe a la mentalidad de la época, muy influenciada por el fin del primer milenio, con el que asociaba el fin del mundo y el Juicio Final.
Otro tema podía ser el de el Tetramorfos, que representa a los cuatro evangelistas acompañados de sus símbolos, aunque a veces estos símbolos aparecen solos: toro (San Lucas), león (San Marcos), águila (San Juan) y ángel (San Mateo). Este tema iconográfico se seguirá utilizando en el gótico.

Se trata en general de imágenes hieráticas, sin movimiento y bastantes antinaturalistas. La anatomía está bastante desproporcionada, y no existe la perspectiva.

La pintura mural románica es una pintura bidimensional, sometida a un soporte que viene determinado por la arquitectura. Este arte se apartará de la imitación de la realidad para dar una imagen interpretativa, un símbolo, en el que se busca la esencia de lo que epresenta.
Las figuras se dibujaban según ejes verticales y horizontales de simetría. La línea es el elemento predominante, dibujando las figuras y definiendo las zonas donde se aplicarán los colores. Entre los colores utilizados por el pintor románico destacamos el color blanco de la cal, el negro del hollín, pigmentos como el ocre amarillo, verde, azul…

Éstos serán tratados como tonos fuertes, ya que las pinturas se verán con poca luz.

escultura romanica


La escultura románica está profundamente ligada a la Iglesia. Estas pinturas sirven para crear una determinada atmósfera en las iglesias.

La escultura en piedra depende de la arquitectura , teniéndose que adaptar a la superficie a cubrir. Los escultores románicos deben adaptar sus figuras a las proporciones del templo por lo que la escultura adquiere monumentalidad. Gracias a esta adaptación, podemos hablar también de su función pedagógica ya que su objetivo es enseñar a los fieles el camino de la salvación y por ello aparecen en los relieves románicos numerosas figuras identificadas con el pecado.

La escultura románica representa la reacción más completa frente al naturalismo clásico. Las figuras tienen una tremenda espiritualidad y la anatomía queda relegada a un segundo plano ya que los ropajes dominan al cuerpo.
A pesar de edto, el estilo alcanzará una significativa evolución que llegará al naturalismo gótico.

Las esculturas de arte románico se concentran principalmente en capiteles y fachadas. Como todas las figuras representadas tienen que adaptarse al espacio que tienen que ocupar, se observan figuras plegadas, que se tuercen , se estiran o se reducen en función del espacio.

En cuanto a los materiales, suelen estar realizadas en piedra caliza, granito o mármol, pero también en madera o marfil.

El relieve es muy plano y las escenas de escasa complicación, apareciendo los ropajes ajustados al cuerpo, indicándose los pliegues de las telas con trazos sencillos, simétricos y paralelos.
La figura humana es esquematizada, espiritualizada, y estática. Esta figura va evolucionando hacia el naturalismo y a finales del siglo XII aparecen figuras mucho más expresivas que van perdiendo su rigidez.
Los temas preferidos para esculturas en madera policromada son los Crucificados y las Vírgenes con Niño. También aparecen figuras no naturalistas, simbólicas, que enseñan a unos fieles iletrados el camino de la salvación.

Arte Romanico


Llamamos arte románico a toda aquella producción artística generada en los países de Europa Occidental durante los siglos XI y XII.
Se trata de un arte lleno de espiritualidad, fruto de la combinación armónica de diversas influencias como la romana, prerrománica, bizantina, germánica, árabe, etc.
Los diferentes estilos fueron evolucionando hacia uno sólo, muy homogéneo, con características casi idénticas en todos los países.

Dos hechos de importancia social y religiosa fueron relevantes para el desarrollo de este arte:

Por un lado, nos encontramos con el fenómeno popular que se extendió en la época de las largas peregrinaciones a Santiago de Compostela, Roma y Jerusalén.

Por otro, la influencia de las órdenes religiosas a través de las nuevas reformas. La primera que se llevó a cabo fue la del monasterio benedictino de Cluny, en Francia, expandiéndose por Europa.


La mayoría de construcciones románicas fueron realizadas gracias a las generosas aportaciones de reyes y nobles, así como con los impuestos agrarios. Esto ayudó a incrementar en gran medida el patrimonio y poder material de la Iglesia, mientras que los nobles buscaban así la salvación de su alma.
Además de edificios religiosos, se construyeron fortificaciones militares para refugio y defensa, como también obras civiles. Estas últimas, se debió en gran parte al aumento en el paso de personas hacia los lugares de culto.

De forma tradicional, se atribuyen una serie de características generales al estilo románico, como son la solidez de la construcción, gran anchura de muros para poder resistir las fuerza y tensiones de la estructura, el uso del arco de medio punto y la bóveda de medio cañón, tendencia a la horizontalidad frente a la verticalidad del gótico, etc.

Su origen monacal lo convierte en una manifestación artística profundamente religiosa, a través de la cual se invita, a los fieles, a la meditación, al recogimiento y a la oración como medio de acercamiento a Dios.

Loa parte más atractiva de este arte es la combinación de formas arquitectónicas, siendo de gran equilibrio y elegancia, dada su sencillez, sentido de la simetría y el orden y la utilización de escultura de una extraña belleza, muy alejada de los cánones clásicos.


El arte románico en España es tan solo una variedad regional del estilo arquitectónico, escultórico y pictórico de los siglos XI, XII y principios del XIII, que se desarrolló en Europa.

Arte Griego


El Arte Griego marca un referente para la civilización occidental que perdurará hasta nuestros días. Los modelos griegos de la antigüedad son tenidos como clásicos y los cánones escultóricos y los estilos arquitectónicos han sido recreados una y otra vez a lo largo de la historia de Occidente.

Las principales características del Arte Griego son:

- Es un arte realista.
- Es un arte que se puede estudiar por los artistas, tanto en arquitectura como en escultura.
- Es importante el desarrollo de la polis, la ciudad.
- Es un arte muy influido por la filosofía y donde la religiosidad está regida por un politeísmo de dioses antropomorfos, entre los que destacan Zeus y Atenea.
- La mitología está ampliamente representada, especialmente en escultura.

Fases del Arte Griego (fechas Antes de Cristo)

PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA:

- CICLÁDICO (2800-2000)
- CRETENSE (2100-1450)
- MICÉNICO (1700-1220)

EL MUNDO POSTMICÉNICO

- SUBMICÉNICO (1220-1000)
- PROTOGEOMÉTRICO (1000-900)

PERIODO GEOMÉTRICO

- GEOMÉTRICO ANTIGUO (900-850)
- GEOMÉTRICO MEDIO (850-750)
- GEOMÉTRICO TARDÍO (750-700)

PERIODO ORIENTALIZANTE

- ORIENTALIZANTE ANTIGUO (700-675)
- ORIENTALIZANTE MEDIO (675-640)
- ORIENTALIZANTE TARDÍO (640-610)
PERIODO ARCAICO

- ARCAISMO PRIMITIVO (610-557)
- ARCAISMO MEDIO (570 -530)
- ARCAISMO TARDÍO (530-510)
- ARCAISMO FINAL (510-490)

PERIODO CLÁSICO

- PERIODO SEVERO (490-450)
- PERIODO CLÁSICO (450-400)
- PERIODO TARDOCLASICO (400-323)

PERIODO HELENÍSTICO

- HELENISMO PRIMITIVO (323-220)
- HELENISMO MEDIO (220-100)
- HELENISMO TARDÍO (100-31)

Arte Egipcio


El Arte Egipcio reúne lo histórico, lo misterioso y lo mítico de la historia del arte.

Esta civilización fue capaz de crear una arquitectura, un escultura y una pintura de belleza desbordada.

Este arte está muy relacionado con el medio en el que se desarrolla. Destacamos su geografía, que hace de Egipto un lugar de difícil acceso y comunicaciones, por lo que su arte se ve cerrado a influencias exteriores.
Los materiales que utilizaron también son parte de las características propias del medio.

El arte egipcio no es un arte independiente o autónomo sino que está vinculado continuamente al faraón, es decir a la religión que existía en la época.
La religión es un factor fundamental de la cultura y el arte egipcio. Se trata de una religión con muchos dioses, es decir politeísta, pero con tendencia al monoteísmo ya que en cada pequeña región se rendía culto principalmente a uno y de forma secundaria a los demás.

Estas divinidades se representaban como figuras humanas con algunos símbolos, aunque luego algunos se sincretizan. A veces tienen cabeza de animal y otras son un animal por completo.

Las formas de expresión de los egipcios están siempre supeditadas a unas normas, se trata de un arte estereotipado en el que se valora más la precisión y perfección del acabado que la propia originalidad. Por eso que sea bastante monótono y homogéneo.
Además, este arte tiene un gran sentido mágico y simbólico.