domingo, 25 de octubre de 2009

TRUEQUE DE PREOCUPACIONES Y CULPAS EN LA CIUDAD DE LA TRISTEZA.

Corría el año de 1802 cuando llego a la gran ciudad de un sabio llamado Sebastián, el cual era reconocido por los grandes conocimientos que transmitía a todos aquellos que le escuchaban.
En esta ocasión el motivo de su visita tenía otro propósito, fue recibido por un comité de ciudadanos preocupados por saber que podrían hacer para que las penas y preocupaciones de los ciudadanos desaparecieran, ya que por ese motivo nadie acudía a trabajar, los negocios permanecían cerrados, ya no se cultivaban los campos y los alimentos escaseaban contribuyendo con ello a acrecentar mas las preocupaciones.
Después de escucharles por un buen tiempo les dijo, no hay problema, yo tengo la solución, ¿Cuál es?, preguntaron todos a la vez a lo que el sabio Sebastián les contesto, llamare a mi amigo Arquímedes para que venga insufacto y resuelva tan grave situación. Todo el pueblo se sintió aliviado y lleno de esperanza. El siguiente día llego Arquímedes el gran mago y rápidamente se entrevisto con su amigo el gran sabio Sebastián quien le narro detalladamente la situación que prevalecía en la ciudad.
Al siguiente día se corre la noticia en la ciudad de que el mago Arquímedes tenía la solución a sus preocupaciones. De pronto aparece un mensaje por todos los medios de comunicación (panfletos, boletines, palomas mensajeras y mas) la cual al margen decía así: “Querido amigo, estas cansado de cargar con tantas preocupaciones y culpas que ya no sabes qué hacer con ellas? ¡yo tengo la solución! Para ello tienes que traerlos a la plaza el próximo martes (era jueves) en una caja rotulada con tu nombre y acomodadas una a una tus culpas, y preocupaciones que tanto te han fastidiado el alma, hasta que hayas depositado todas y me las entregas antes de las doce de medio día. Todo es pueblo escucho y leyó el mensaje e inmediatamente regresaron a sus casas para llevar tan placentera encomienda, dejar de preocuparse… y comenzaron a recolectar todas sus preocupaciones y culpas que tanto les fastidiaban el alma. A sabiendas de que pronto serian libres de tanto dolor, Miguel Ángel, ni siquiera se presento al trabajo, ya que cuando iba llegando leyó la noticia y se regreso no sin antes escuchar a su patrón que le gritaba: ¿A dónde vas conejo Blas? Si sabes que tienes que trabajar, ¡si no regresas estas despedido holgazán hijo del 10 de mayo… Miguel Ángel lo escucho y ni se inmuto, pensó sin preocupaciones, para que quiero trabajo? Me voy a tomar unas largas vacaciones a la sierra y cuando me aburra buscare un nuevo empleo.
Cuando iba de regreso a su casa encontró a doña Marielena (la greñuda) que siempre tenía cara de pocos amigos, que rápidamente se dirigía a su casa y Miguel Ángel pensó, seguro también ella va a empacar sus preocupaciones y culpas para deshacerse de ellas. Yo creo que ella si tiene muchas… me recuerdo cuando su marido Pedro murió, ni una lagrima derramo y no era para menos con la deuda enorme que le dejo con la enfermedad y el entierro y sabrá dios cuantas cosas más, siempre se le ve enojada. De pronto Miguel Ángel voltea a la acera de enfrente por donde va caminando su vecino Alejandro que lleva un carrito de mandado empujando entre él y sus ocho chiquillos, dicen por ahí que si mujer lo abandono y le dejo todos los críos y lleva una maleta muy grande y pensó Miguel Ángel, de seguro son sus preocupaciones, sobre todo con tanto chamaco y con tantas broncas que tiene creo que hasta debería llevar otra caja, me acorde de la chata que lo dejo por borracho, a ora los chamacos andan descalzos y los expulsaron de la escuela por buscapleitos, un día don Alejandro regreso a su casa y ya no encontró a su mujer, pero qué bueno que también se va a deshacer de sus culpas y preocupaciones. Donde!! Donde!! Donde las empacare no tengo nada. !ha ya se¡ voy a ir con doña Pola para que me dé una de sus cajas y de paso le pregunto si ya esta empacando las suyas, ya es tarde tengo que darme prisa.
Miguel Ángel ya con una caja que dice condones lubricados y de sabores se fue a su casa y comenzó a empacar lo suyo…
Primero voy a colocar a la mama de mi Carola, que la mortifica mucho y no nos deja ser felices, y comenzó a sujetarla bien en el fondo de la caja, después empaco a su vecino el Lic que siempre le ganan el estacionamiento de la cuadra y pensó que a si cuando regrese de mis vacaciones ya no me lo ganara; y así poco a poco empaco sus deudas y a sus maestros de cálculo, algebra, física y el de lectura para que ya no le dieran preocupaciones y pasar la carrera sin ellos, después, con la caja se dirigió a la plaza en donde estaba el mago Arquímedes y el gran sabio Sebastián esperando, tomándose un café para mitigar el frio. En el camino se encontró con Vetito que también llevaba su caja, más adelante se encontró a teresita quien lleva una caja pequeña envuelta en papel rosa. Y pensó… de seguro ahí lleva toda las preocupaciones de las mujeres maltratadas.
De pronto se detiene Miguel Ángel y observa con incredulidad a una persona que cruza la calle antes que él, dejando escapar una expresión de sorpresa, quien va en frente es un personaje bien conocido que lleva una gran caja que dice “Tiempo de Juárez” y apresuro el paso para que no le ganasen y clausuraran la recolección de cajas antes de depositar la suya, llegaron casi al mismo tiempo e inmediatamente se dirige con el mago Arquímedes para entregarle su caja de preocupaciones.
Cuando se iba Miguel Ángel escucho la vos del mago que decía: espera un momento, tienes que regresar el próximo lunes por una caja de las que se encuentren aquí, ¡pero por qué! Contesto Miguel Ángel, tú dijiste que te harías cargo de las preocupaciones de los habitantes de la ciudad; no, yo les dije que si querían deshacerse de sus preocupaciones y culpas las trajesen a la plaza y también les dije que se llevaran la caja de otra persona.
No puede ser! Pensó Miguel Ángel y se fue muy afligido esperando llegar muy temprano el próximo lunes y recoger su caja. Ya de camino a casa pensó, y si me toca la de tiempo de Juárez? Sabrá dios cuantas preocupaciones trae, CeReSo limpio, corrupción, narcotráfico, picaderos, homicidios, ¡no! ¡no! Y ¡no!.
Regresando más apesadumbrado que nunca, pensando en todas las personas conocidas que llevaron su caja, tal vez con más preocupaciones que él, pensó en su suegra y dijo, bueno si me mortifica a mi y a mi Carola, pero peor para ella, si me caso me la voy a llevar lejos y no la volverá a ver jamás, y luego pensó en su vecino, bueno si me gana el estacionamiento igual ya casi no estoy en casa, pobre viejo, total no siempre es así; y después pensó en sus maestros y sonriendo dijo: no son tan malos, solo quieren que yo sea un buen Ingeniero y en cuanto a mis deudas, pensó, no son muchas y ya voy saliendo de ellas.
Llego en tan esperado lunes y se veía gente que iba de prisa a la plaza, unos caminando, otros en carro, bici, etc. Su meta, recuperar su caja.
Miguel Ángel escucho a Teresita decir, mi caja era pequeña forrada con papel rosa, y entre dientes dijo, no me vallan a dar la de Guadalupe… mis preocupaciones las conozco muy bien y lo estoy resolviendo poco a poco.
Miguel Ángel descubrió su caja en un rincón y se apresuro a ir por ella repitiendo: tiene un letrero que dice “condones lubricados y de sabores” diciéndole al mago que esa era su caja, la tomo y se alejo apresuradamente a su casa para después desempacarla y poner todo en su lugar.

Este es un pequeño cuento escribió una de mis madres, si tengo tres gracias a dios, con este lo único que pretende hacernos ver a sus hijos, propios y colados, es que las preocupaciones, deudas, penas y demás, son de cada uno de nosotros, que nadie nos las resolverá y que al igual las demás personas, como personas que son, también tienen las suyas. Que uno es dueño de su propio destino y decisiones, que cada quien es responsable de su felicidad y de si mismo.

Gracias Isabel.

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