viernes, 23 de octubre de 2009

Si lo escucho lo olvido, pero si lo práctico…

Debo de reconocer que las reglas de ortografía no son mi fuerte y que leer ya no es una práctica común en mí, entonces, como a modo de “forzarme” a comprender y entender de alguna manera la significación, la manera en que se refieren los sonidos y los caracteres de las palabras quiero expresarme de manera escrita y así evadir el terror que significa pasar al frente de la clase.
Iniciemos pues esta aventura tratando de no faltar al respeto al arte de hablar bien y cuidando que mi prosodia sea la adecuada y me permita expresar mis ideas y pensamientos.
Eran las 7:40 del jueves 10 de septiembre, la tarde estaba lluviosa y con un viento que soplaba ligeramente, un día perfecto para platicar con los amigos mientras nos fumábamos un cigarrillo; pudo ser un jueves cualquiera, un jueves mas, ya cuando mis amigos se retiraban a continuar sus actividades, yo, me quede unos minutos más sintiendo la brisa que el viento balanceaba constantemente. No pasaron más de 5 minutos cuando frente a mi apareció su persona, con un semblante seguro y firme, con sus pasos fuertes pero tranquilos iniciando una marcha estoica, como un guerrero al frente de la línea de batalla con su espada desenvainada, esta fue la primer impresión que él me dio viéndolo con su andar tranquilo y al sacar su bastón plegable.
Si, es una persona invidente, ciega, débil de vista, pero a quien le importa eso, es una persona como tú, como yo, con los mismos derechos y obligaciones adquiridos al momento de ser alumno de esta nuestra queridísima UACJ y lo supe al momento de acércame a él e iniciar una conversación.
La presentación fue muy simple:
· Hola tienes un minuto para platicar? le pregunte.
· Claro, solo si me acompañas a tomar mi camión. El indico.
Justamente hice la misma expresión! Pero no me atreví a expresarlo.
Caminamos por las aceras frente al edificio G para después tener que incorporarnos a la acera frente a la biblioteca para lo cual teníamos que cruzar el tramo que divide a estas dos, en este punto mi primer asombro; si les soy sincero me sentía la persona más tonta y falta de conocimientos y sin hacerle alguna pregunta tonta el me dio la respuesta precisa:
· Disculpa que te moleste, sugirió, puedes caminar a mi lado izquierdo?
· Claro!, le conteste.
· Es que creo que puedes ir más cómodo de este lado y no te incomodare con mi bastón.
Al principio no entendí el porqué pero al analizar la situación lo comprendí, pues una de sus guías, es el borde de concreto y en ningún momento reparo su situación, al contrario, se preocupo más por mi persona.
· De nuevo esta lleno de agua… Afirmo con una expresión de broma, como diciendo: estamos en la universidad, atiborrados de ingenieros civiles y justamente en el instituto se inunda.
· Jaja… solo acerté reírme pues no tenía ni media palabra para decir, justamente por mi ignorancia.

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