miércoles, 27 de octubre de 2010
Arquitectura Etrusca
Además de varias construcciones ciclópeas a ellos atribuidas, se sabe que los etruscos importaron de Oriente el arco de medio punto y la bóveda perfecta. Estos elementos arquitectónicos llegaron a los romanos precisamente a través de los etruscos. Sus construcciones emplean además la columna sobre soporte, formando el orden toscano, que tiene relación con el dórico.
En el siglo VIII a. C. las casas pasaron a ser cuadrangulares, morfología que posteriormente heredó Roma. Se hacían de madera y de adobe y más tarde de morrillos de toba. Podían tener hasta dos pisos. Las estructuras de madera de las casas más ricas de la Antigüedad se protegían de la humedad por placas de terracota pintadas de colores vivos. Inicialmente, la aristocracia vivía en casas de tres partes, a veces precedidas de un pórtico que daba a un patio; más tarde en extensas residencias (domus) construidas en torno a un patio, según el estilo griego.
[editar] Los templos
Ruinas de un templo en Volsinies (Orvieto).Dado que se construían con materiales perecederos, han llegado hasta la época moderna pocos sólo unos pocos testimonios de la arquitectura religiosa etrusca en general y de los templos en particular. Las informaciones que se tienen de ellos provienen de los textos de Vitruvio, que los clasificaba bajo un nuevo orden, el toscano. Sólo a través de documentos de la época romana, pues, puede intentar reconstruirse el modo en que se hacían.
Los templos eran grandes edificios casi cuadrados. Se alzaban sobre un basamento o podio de piedra. Estaban destinados a no verse más que de frente, único lugar por el que se accedía, a través de una escalinata, en lugar de mediante un crepidoma perimetral.
La superficie del templo se dividía en dos zonas:
El pórtico in antis con columnas; es la parte antecedente o pronao, con ocho columnas dispuestas en dos filas de cuatro.
La parte posterior, con una cella, que en algunas ocasiones se hace triple, recordando la creencia en una tríada de dioses, dedicándose cada celle a una divinidad en particular.
El frontón y el techo se adornaban con decoraciones en las terracotas pintadas. Un ejemplo de decoración es la cabeza de Gorgona en el templo de Portonaccio en Veyes, actualmente conservado en Villa Giulia (Roma). A veces se colocaba sobre la techumbre grandes estatuas de bulto redondo, también pintadas.
Caballos alados de Tarquinia, realizados en terracota (siglo IV a. C.). Decoraban la fachada del templo de Ara della Regina, en Tarquinia. Actualmente se encuentran en el «Museo Nazionale Tarquinese».A diferencia de los templos griegos y egipcios, que fueron cambiando con la evolución de la civilización que los originó, los templos etruscos permanecieron sustancialmente siempre iguales a lo largo de los siglos, quizá a causa del hecho de que en la mentalidad etrusca no eran la morada terrena de la divinidad, sino un lugar en el que reunirse para rezar a los dioses y confiar en que éstos escuchen.
Era frecuente llevar ofrendas a los templos, consistentes en general en estatuillas votivas en terracota o bronce, o bien animales para el sacrificio, como corderos o cabras.
[editar] La arquitectura funeraria (necrópolis)
Las tumbas etruscas están bien conservadas, como la Tumba de los leones rugientes, hallada en la ciudad etrusca de Veyes, al haber sido construidas en piedra. Generalmente se ubicaban en las afueras de las murallas ciudadanas, pero con orientación paralela al cardo y al decumano. Existe una clasificación de la arquitectura funeraria etrusca distinguiendo de hecho tres tipos de necrópolis o catacumbas: hipogeos, edículos y túmulos cubiertos por una falsa cúpula o bóveda, que son los más conocidos. Son famosas las de Tarquinia y Cerveteri.
Para la religión etrusca, el hombre, ser débil e insignificante en vida, en el más allá necesita un ambiente familiar en el que transcurra la vida después de la muerte, junto con sus objetos personales. Esto explica el cuidado con el que se construían las necrópolis, el hecho de que la pintura de este pueblo sea casi exclusivamente funeraria y que en las tumbas se hayan encontrado ricos ajuares, algunos de ellos provenientes de las colonias griegas del sur de Italia. Las paredes de las necrópolis se pintaban con vivos colores que contrastaban con la oscuridad, símbolo de la muerte espiritual. Así, las necrópolis etruscas son una fuente muy significativa, históricamente hablando, que permite conocer muchos aspectos de la vida cotidiana, de las creencias y de los ritos populares que hubiera sido imposible conocer analizando exclusivamente los textos escritos.
[editar] Hipogeos
Urna crematoria policromada procedente del hipogeo de los Satna, siglos II-I a. C., actualmente se encuentra en el Museo Archeologico Nazionale dell'Umbria, en Perugia.Se excavaban enteramente bajo tierra o eran conseguía ocupando cavidades naturales preexistentes, como grutas o caverna. De ellas, la más famosa es el Hipogeo de los volumnios, descubierta en el año 1840. Este tipo de catacumba estaba formado por un inclinado acceso de escalones, que llevaba directamente al atrio. Aquí había normalmente seis tumbas (o grupos de tumbas), unidos mediante estrechos corredores (en algunos casos se trataba de auténticos túneles). Se cree que la sepultura en hipogeos se reservaba a personas de cierto rango social, especialmente políticos, militares y sacerdotes.
[editar] Edículos
Se construían enteramente fuera de la tierra, pretendiendo ser templos en miniatura, pero que en la práctica eran muy parecidos a las habitaciones de los primeros asentamientos etruscos. En la simbología etrusca, era muy significativa la forma de templete: representaba el punto intermedio del viaje que el difunto debía realizar de la vida a la muerte, una especie de última etapa de la vida terrena. Entre ellos, hay que recordar el «Bronzetto dell'Offerente», la mejor conservada, que se encuentra en Populonia.
[editar] Túmulos
Deben su nombre al hecho de que, una vez ejecutada la sepultura, se cubría con una pila de tierra, con el fin de crear una especie de colina artificial. Cada una de estas tumbas se articula, como los hipogeos, en diversas cámaras sepulcrales de dimensiones proporcionales a la riqueza y notoriedad del difunto o su familia. Generalmente eran de planta circular. Entre ellas hay que recordar la Tumba de los Relieves, en el interior de la necrópolis de la Banditaccia, cerca de Cerveteri.
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